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28 February, 2012

Febrero 28. No abusen de su libertad.

Gál. 5:13a “Porque vosotros, hermanos, a libertad fuisteis llamados; solamente que no uséis~| la libertad como ocasión para la carne.”

     La independencia y la libertad son entornos fantásticos en los cuales vivir, sin embargo solamente perduran en un estilo de vida responsable. En un crucero puedes comer seis u ocho veces al día, pero para el final de la semana debes haber subido 10 ó 20 libras de peso, que tomarán años perder, si es que se las pierde. Yo he vivido en países bajo dictaduras donde la pornografía era desconocida hasta que la libertad de la democracia la permitió. La corrupción es inevitable en una sociedad irresponsable.
     Un sacerdote discutía conmigo acerca de la salvación que es absolutamente por gratuita gracia, y él decía que esto solo resultaría en una licencia para pecar libremente. Esta es la vulnerabilidad de las Buenas Nuevas del evangelio: Ya que el hombre está completamente perdonado de todos sus pecados, ¿cómo debe vivir?
     La humanidad vive bajo la atracción a las adicciones del alcohol, las drogas, las pasiones sexuales, la violencia, la codicia y muchas otras formas de esclavitud de las cuales la persona no puede librarse. Cuando alguien escoge comprometerse con un pecado, la satisfacción sensual puede tornarse adictiva ya que toma el control sobre su cuerpo y su voluntad. Jesús dijo, “De cierto, de cierto os digo, que todo aquel que hace pecado, esclavo es del pecado.” (Jn. 8:34). Mientras más se consiente en su libertad egoísta, más se esclaviza al pecado.
     Hay solo un escape: “Así que, si el Hijo os libertare, seréis verdaderamente libres.” (Jn.8:36). Este es el tema de Gálatas y el sello característico de la Cristiandad: Solo al seguir sus enseñanzas hay libertad en Cristo tanto en posición como en práctica.
     Pablo declara que somos “llamados a la libertad.” La vida Cristiana no es una esclavitud legalista ni es libertinaje. El propósito de la ley del AT era revelar el pecado en su horror y llevar a una persona a buscar el perdón en Cristo: “De manera que la ley ha sido nuestro ayo, para llevarnos a Cristo, a fin de que fuésemos justificados por la fe.” (Gál. 3:24). Nadie podía cumplir la ley. La única esperanza para el hombre era que Dios provea misericordia y una forma de perdón que no dependa de la perfección del hombre por mantener la ley.
     Por otra parte, el NT da la promesa de justicia perfecta que será imputada o acreditada al creyente, una vez y para toda la eternidad, haciéndolo aceptable ante Dios. Luego nos da los mandamientos del NT para enseñarnos cómo pensar al ser familia redimida de Dios, y cómo vivir responsable y desinteresadamente para los demás. Los mandamientos no están para alcanzar la rectitud, sino para revelar las actitudes que reflejan la mente de Cristo, por medio de la cual el Espíritu puede otorgar poder a los creyentes para vivir de manera santa y libre en un mundo pecaminoso y esclavizador. Los mandamientos del NT proporcionan libertad, no esclavitud.
     Se nos manda a “no usar la libertad como ocasión para la carne.” La “carne” aquí no se refiere al cuerpo físico sino a los apetitos pecaminosos que esclavizan. Cristo no da libertad a los creyentes para que hagan lo que ellos quieren, sino para que hagan lo que Él quiere. De esta manera ellos muestran su agradecido amor para Él y el poder del Espíritu que ahora poseen. Pedro escribió, “como libres, pero no como los que tienen la libertad como pretexto para hacer lo malo, sino como siervos de Dios.” (1 Pe.2:16).

Salmos 119:45, “Y andaré en libertad, porque busqué tus mandamientos.”
Traducido por Diego Gómezjurado Avila

27 February, 2012

Febrero 27. Salúdense los unos a los otros.

1 Cor. 16:20, Os saludan todos los hermanos. Saludaos*~ los unos a los otros con ósculo santo.

     Al concluir Pablo su carta a los Corintios, se muestra sensible a la necesidad de mencionar a algunas personas de Éfeso, que tienen lazos con los de Corinto. Pablo está escribiendo desde Éfeso. En esa ciudad vivían muchos amigos de los miembros de la iglesia de Corinto. Este tipo de saludo es una extensión a la necesidad de que se saluden personalmente todos los hermanos cuando se reúnen. Éstas eran mayormente iglesias caseras como lo evidencia el versículo anterior: “Las iglesias de Asia os saludan. Aquila y Priscila, con la iglesia que está en su casa” (16:19). Ellos habían estado con Pablo en Corinto estableciendo iglesias caseras, y ahora estaban en Éfeso continuando el mismo trabajo.
     El mandamiento aoristo era “saludaos los unos a los otros con ósculo santo”. Este mandamiento se repite en Ro. 16:16 palabra por palabra, y varía un poco en 2 Cor. 13:12 y en 1 Tes. 5:26. En 1 Pe.5:14 a este saludo se lo llamó “beso de amor”. Se espera que los creyentes muestren su afecto y respeto a los demás con un beso santo.
     En la mayor parte del mundo un beso en el aire al juntar las dos mejillas es un saludo común para la familia y amigos cercanos. Algunas culturas saludan con uno, dos o tres besos en las mejillas opuestas. Los apretones de mano se reservan para ocasiones formales y nuevos conocidos. Aun en culturas que son más reservadas, entre la familia inmediata, los abrazos y el beso en la mejilla son comunes. En culturas más reservadas, el beso en la mejilla entre hombres es incómodo y visto como inapropiado, aunque se lo practicaba en Hch. 20:37 cuando los ancianos de Efeso le despidieron a Pablo.
     En mi experiencia con iglesias en el exterior, he aprendido que es esencial saludar a cada uno al comenzar la reunión y a la salida de la reunión con un beso en la mejilla. Si no se saludaba a alguien de esta manera, se asumía que había algún desacuerdo o problema entre ellos.
    En las culturas occidentales, el afecto público en el saludo en general ha sido mal visto, pero en el resto del mundo es una práctica común de la que poco se abusa.
     La función básica, sin embargo, es la de mostrar unidad, solidaridad y respeto mutuo entre los creyentes sin importar la clase, género o raza en el cuerpo de Cristo. Es para mostrar que la familia de Dios es tan importante como la familia inmediata de sangre, sin tener en cuenta cualquier diferencia superficial.
     Se lo llama beso “santo” porque su propósito no es sensual, sino espiritual, es decir, para comunicar que somos familia uno con otro. Cualquiera sea la aplicación cultural de este principio, es un mandamiento. Debemos demostrar a todos nuestra aceptación de ellos como familia, como parte de la familia de Dios junto con nosotros. La gente necesita que constantemente se le asegure que es aceptada en la familia o cuerpo de Cristo. Es decir, en efecto, un ministerio de aliento y cuidado de los sentimientos y necesidades de los unos a los otros.
     ¿Serás hoy día sensible ante la necesidad de otros, asegurándote que tu saludo comunica tu unión con ellos como hermanos y hermanas?

Salmos 2:12, “Honrad al Hijo, para que no se enoje, y perezcáis en el camino; Pues se inflama de pronto su ira. Bienaventurados todos los que en él confían.”

26 February, 2012

Febrero 26, Vive en paz

2 Cor. 13:11d, “…vivid en paz (acción continua y progresiva, imperativo presente), y el Dios de paz y de amor estará con vosotros.”

     En cualquier momento que se junta un grupo de pecadores, se tiene como resultado natural las discusiones y la desarmonía. Sin embargo, cuando el grupo tiene el poder del Espíritu y están mutuamente comprometidos a obedecer la Palabra, se crea una atmósfera diferente. No hay otro lugar en el mundo que se pueda comparar con esa iglesia.
     El resultado de los ya mencionados mandamientos es un sentimiento de paz en unidad de los creyentes. Este mandamiento de “estar continuamente viviendo en paz” no es una referencia a la paz individual con Dios a través de la redención, sino una paz práctica, corporativa, que debe ser mantenida por el compromiso individual de obedecer este mandamiento por el bien del prestigio de Dios.
     Muy a menudo nosotros leemos el NT como una carta especial para nosotros como individuos, pero nunca fue escrita con ese propósito. El NT fue escrito para la iglesia, es decir, para la obediencia del cuerpo. Es la forma como debemos vivir juntos, no privadamente con el Señor. Este mandamiento no es de estar en paz con el Señor, sino de cómo un grupo de creyentes debe vivir en paz el uno con el otro.
     Pablo escribió, “…Así que, sigamos lo que contribuye a la paz y a la mutua edificación.” Aún en la relación más conflictiva entre los Judíos cristianos de la iglesia primitiva y los Gentiles creyentes, el objetivo en el cuerpo de Cristo era el de experimentar paz: “Porque él es nuestra paz, que de ambos pueblos hizo uno, derribando la pared intermedia de separación, aboliendo en su carne las enemistades, la ley de los mandamientos expresados en ordenanzas, para crear en sí mismo de los dos un solo y nuevo hombre, haciendo la paz", (Ef. 2:14-15). El “nuevo hombre” no es un creyente individual, sino un nuevo cuerpo de creyentes, que están en paz unos con otros y que, al mismo tiempo, están en paz con Cristo. Si eso es posible entre Judíos y Gentiles, es entonces posible entre dos grupos de personas, siempre y cuando ellos estimen la paz.
     El mandamiento es reiterado en Colosenses 3:15 “Y la paz de Dios gobierne en vuestros corazones, a la que asimismo fuisteis llamados en un solo cuerpo; y sed agradecidos.” Este es también un mandamiento en plural, para que un grupo lo obedezca. El principio de la paz debe gobernar sobre todas las reuniones de creyentes. Se debe desalentar cualquier cosa que rompa esta paz. Los desacuerdos se deben discutir bajo el paraguas del principio de la paz. Cuando la paz se rompe, Cristo no es honrado, Su iglesia cae en desagracia, y se apaga Su Espíritu.
     “Vivid en paz” no es solamente una buena idea o un sueño imposible, sino un mandamiento que se debe obedecer. Puede significar morir al egoísmo, orgullo, auto-exaltación, presunción e independencia con el fin de mantener la paz. Eso requiere una confianza en la Palabra de Dios creyendo que este mandamiento es de alta estima para Cristo. Además, viene con una promesa especial, “y el Dios de paz y de amor estará con vosotros”. Esto significa que Dios da Su gracia especial y poder para facilitar la manifestación del “amor y paz” entre Sus iglesias. ¿Estás tú en paz y demuestras paz con los hermanos que conoces? ¿Qué vas a hacer hoy día, con respecto a esto?

Salmos 119:165, “Mucha paz tienen los que aman tu ley, Y no hay para ellos tropiezo”.

25 February, 2012

Febrero 25. Sean de un mismo sentir.

2 Cor. 13:11c, “…sed de un mismo sentir~~.”

     Tristemente, la razón principal para la multiplicación de muchas iglesias es el desacuerdo entre los líderes, en lugar de ser por una estrategia de crecimiento de la iglesia. Esos desacuerdos pueden durar varias generaciones antes de que la gente se olvide de la razón por la que se dividieron. En la mayoría de los casos, solo ahí pueden tener nuevamente comunión unos con otros. Ellos han usado temas de menor importancia para justificar su desobediencia.
     El llamado a la unidad es frecuente en los escritos de Pablo. Él instó a los Romanos a hacer todo esfuerzo posible para tener unidad, especialmente con aquellos de congregaciones diversas como esclavos y pobres junto con hombres libres y judíos: “Unánimes entre vosotros; no altivos, sino asociándoos con los humildes. No seáis sabios en vuestra propia opinión.” (Ro. 12:16) . El verbo phroneo significa pensar en esto, tener la intención de, desarrollar esta actitud en la mente o tener un gran respeto por”. No es una conformidad superficial o legalista, hecha por hombres, ni un convenio doctrinal obligado, sino una actitud de cómo debemos pensar los unos de los otros y cómo debemos tratarnos mutuamente.
     La oración de Pablo para que exista esa armonía es evidente en 15:5, “Pero el Dios de la paciencia y de la consolación os dé entre vosotros un mismo sentir según Cristo Jesús”.
     Pablo les dice a Evodia y a Síntique en Filipos que resuelvan sus conflictos y vivan en armonía: “que sean de un mismo sentir en el Señor” (Fil. 4:2). Antes, en esta misma Epístola, Pablo había explicado el significado de esta unidad de mente: “…completad mi gozo, sintiendo lo mismo, teniendo el mismo amor, unánimes, sintiendo una misma cosa.” (Fil.2:2) El siguiente versículo va más allá en la descripción de la unidad. “Nada hagáis por contienda o por vanagloria; antes bien con humildad, estimando cada uno a los demás como superiores a él mismo; no mirando cada uno por lo suyo propio, sino cada cual también por lo de los otros.” (2:3-4). Quienquiera que vive estas actitudes puede llevarse bien con los creyentes que tienen diferentes puntos de vista, y puede tener la misma actitud de cuidado y respeto hacia los demás.
     Hay un principio primordial para que la iglesia experimente y exprese que la unidad en Cristo no es solo individual sino corporal. Es decir, el cuerpo corporativo de Cristo debe madurar hacia la misma unidad que experimentó Cristo dentro de la deidad misma. Juan 17:21 no es solo una expresión eufemista, sino una meta genuina para las iglesias: “para que todos sean uno; como tú, oh Padre, en mí, y yo en ti, que también ellos sean uno en nosotros; para que el mundo crea que tú me enviaste.” Pablo explica cómo poner esto en práctica, “Os ruego, pues, hermanos, por el nombre de nuestro Señor Jesucristo, que habléis todos una misma cosa, y que no haya entre vosotros divisiones, sino que estéis perfectamente unidos en una misma mente y en un mismo parecer” (1 Cor. 1:10). Este testimonio corporativo de unidad y convenio es una poderosa acreditación evangelística de que Dios está a cargo de esta congregación, a través de Su Palabra.
     En lugar de buscar minucias sobre temas de menor importancia, vayamos a la unidad sobre la práctica principal de los mandamientos y pónganse de acuerdo en alentarse y ayudarse unos a otros a obedecer los mandamientos para honrarle a Él.

Salmos 34:3, “Engrandeced a Jehová conmigo, y exaltemos a una su nombre.”



24 February, 2012

Febrero 24. Estén animados por siempre.

2 Cor. 13:11b, “… consolaos~~ [estén de buen ánimo].

     Tal como dice el dicho: “Anímate, las cosas podrían empeorar”. Así es como él se animó y ciertamente, ¡las cosas empeoraron!
     Pablo esperaba que la iglesia fuera un lugar de ánimo para todo miembro. Podrían dejar afuera los problemas del mundo y reunirse juntos para celebrar la maravilla permanente de conocer personalmente al Dios de la Creación y celebrar juntos la redención de Aquel que cuida de ellos. Pablo usa el verbo parakaleo solo en este lugar del NT en una forma de orden pasiva: “ser consolados o tomar nuestro llamado al corazón”. El verbo se utiliza en esta forma 105 veces en el NT. Parece ser un elemento importante en nuestro caminar con Cristo.
     Pablo, el apóstol clave de Dios, no fue exento de sufrimiento y desaliento. Nada funcionaba de la manera en que él lo había planificado. Llevando las más grandes noticias desde la Creación, aún así se encontraba con hostilidad y rechazo en todas partes. Luego de ser golpeado y dejado por muerto en el camino, encarcelado, expulsado de un pueblo tras otro con tan solo un manojo de convertidos valiosos que respondieron a su mensaje de “Buenas Nuevas”, por todo su esfuerzo, él llegó a Corinto en su segundo viaje evangelístico extremadamente desanimado. Escribió: “fuimos oprimidos y agobiados más allá de nuestra capacidad de aguantar y hasta pensamos que no saldríamos con vida” (NTV 2 Cor.1:8). ¿Has estado tú en ese lugar?
     El deseo de su corazón era ver que sus compatriotas vinieran a Cristo, pero escribió: “Cinco veces recibí de los judíos los treinta y nueve azotes. Tres veces me golpearon con varas, una vez me apedrearon…” (2 Co. 11:25). Continuó contando sus experiencias: “tres veces he padecido naufragio; una noche y un día he estado como náufrago en alta mar; en caminos muchas veces; en peligros de ríos, peligros de ladrones, peligros de los de mi nación, peligros de los gentiles, peligros en la ciudad, peligros en el desierto, peligros en el mar, peligros entre falsos hermanos; en trabajo y fatiga, en muchos desvelos, en hambre y sed, en muchos ayunos, en frío y en desnudez;y además de otras cosas, lo que sobre mí se agolpa cada día, la preocupación por todas las iglesias” (2 Co. 11:25b-28). ¡Así que tú crees que has pasado un mal rato! Muchas veces leía esto y me preguntaba por qué pensé que vivía una situación difícil.
     La desesperación de Pablo pareció alcanzar su punto máximo para el tiempo en que él llegó a Corinto. No sabía si podía continuar. Luego, al final de su fuerza y determinación, Pablo aprendió nuevamente una gran lección: en medio del fracaso y la desesperación, podemos reclamar un consuelo más profundo que está esperando por nosotros: Jesús está con nosotros en medio de todo aquello. “He aquí yo estoy con vosotros” es nuestro consuelo.
     En 2 de Corintios 1:3b-4 Pablo escribió: “…el Dios de toda consolación, el cual nos consuela en todas nuestras tribulaciones, para que podamos también nosotros consolar a los que están en cualquier tribulación, por medio de la consolación con que nosotros somos consolados por Dios”. La palabra “consolación” es el mismo verbo que estudiamos hoy. Pablo dijo: “pues he aprendido a contentarme, cualquiera que sea mi situación. Sé vivir humildemente [en necesidad], y sé tener abundancia; en todo y por todo estoy enseñado, así para estar saciado como para tener hambre, así para tener abundancia como para padecer necesidad. Todo lo puedo en Cristo que me fortalece” (Fil.4:11-13).
     Si Pablo podía ser consolado por caminar cerca de Jesús, yo también puedo, y también tú.

Salmos 119:50, “Ella es mi consuelo en mi aflicción, porque tu dicho me ha vivificado”.
Traducido por Isabel Sylva Avila.

23 February, 2012

Febrero 23. Modifiquen constantemente su vida.

2 Cor. 13:11 Por lo demás, hermanos, tened gozo, perfeccionaos~~.

     Los padres a menudo les quieren decir a sus hijos, “¡Maduren!” Sin embargo, algunas cosas toman tiempo y paciente instrucción. El mandamiento en el tiempo presente progresivo es, “Estén continuamente perfeccionándose,” que traduce a la palabra katartizo, “ajustar, corregir, enmendar, terminar, o arreglar a sus condiciones adecuadas.” Es utilizado en Mt.4:21 para describir el proceso del arreglo de las redes de los pescadores y metafóricamente el proceso de restaurar a una persona del error (Gal.6:1). Pablo llama a toda la iglesia (el verbo es en plural) a ajustarse o conformarse a la Palabra de Dios. La integridad espiritual viene cuando la iglesia, como un cuerpo, y también individualmente, se compromete a aprender y vivir conformándose completamente a la Palabra de Dios y a Sus mandamientos.
     Pablo a menudo terminaba sus cartas con una pequeña lista de mandamientos o exhortaciones que el Espíritu de Dios le había dirigido para que dé a las iglesias como en Colosenses 4:2-6 (perseverar en la oración, hablar con valentía el evangelio, andar sabiamente con los no-creyentes, redimir el tiempo, hablar con gracia sazonando con sal las respuestas) o en 1 Tesalonicenses 5:12-22 (respeten a sus líderes, estén en paz, adviertan a los indisciplinados, conforten a los desalentados, ayuden a los débiles, sean pacientes, rechacen la venganza, busquen la amabilidad los unos con los otros, alégrense siempre, oren sin cesar, sean agradecidos, no apaguen al Espíritu, no se mofen de las profecías, examinen todo y aléjense de todo tipo de mal). Es difícil acordarse de todas estas cosas, por eso debemos estar constantemente trayendo a cada una de ellas a la memoria. En las epístolas se nos manda 29 veces a acordarnos constantemente de estas cosas. Pedro escribió que “podáis en todo momento tener memoria de estas cosas.” (2 Ped. 1:15).
     Pablo les había ya enseñado y advertido a los Corintios lo que tenían que hacer. Lo único que debían hacer era escuchar sus instrucciones y tomar seriamente sus mandamientos. Él les dijo, “Si alguno se cree profeta, o espiritual, reconozca que lo que os escribo son mandamientos del Señor.” (1 Cor. 14:37).
     La iglesia y sus miembros deben tomar los mandamientos con seriedad. A esto se le llama integridad. Mientras los individuos crecen en la gracia ellos deben constantemente revisar sus prioridades y valores, asegurarse de pensar bíblicamente, arreglar cualquier área que se desvía de Sus mandamientos y restaurar así la integridad espiritual. Debemos lidiar con los pecados entre nosotros, especialmente teniendo relaciones transparentes. El conocimiento bíblico debe incrementarse mediante la práctica y el compartir de todo lo que aprendemos. La apatía, indiferencia y vagancia deben convertirse en un apasionado servicio al tiempo que nos exhortamos los unos a los otros. Pablo les escribió a los Tesalonicenses que él podía ayudarles a “completar lo que falte a vuestra fe” (1 Tes.3:10), es decir, tener una obediencia más completa.
     Un autor dice que, “El evangelismo poderoso es una consecuencia de la integridad espiritual; es el flujo natural de una iglesia que está en santa armonía con la voluntad de Dios.” Oren para que Dios les dé hoy la gracia para conformar su vida a todo lo que conocen de Sus mandamientos y llevar a otros a hacer lo mismo. ¡No hagas que Él te tenga que decir dos veces!

Salmos 119:4, “Tú encargaste que sean muy guardados tus mandamientos.”
Traducido por Diego Gómezjurado Avila.

22 February, 2012

Febrero 22 Agrada a tu prójimo.

Ro 15:2 “Cada uno debe agradar~~ al prójimo para su bien, con el fin de edificarlo.”

     Un área de gran conflicto entre las personas de cualquier cultura está en el ámbito de los derechos personales. ¿Debo imponer restricciones a mis libertades solo porque alguien más se siente ofendido o tentado? ¿Si a alguien no le gustan mis acciones, por qué debo yo cambiar? ¿Por qué no cambia él/ella? ¿Cuáles deben ser nuestros pensamientos y acciones con respecto a este mandamiento?
     El contexto está tratando acerca del hermano más débil y del hermano más fuerte. ¿Quién es el que debe ceder a la convicción del otro cuando existe desacuerdo sobre lo que es correcto o incorrecto? ¿Deben los cristianos comer carne ofrecida a los ídolos? Aunque este no es un problema contemporáneo, puede serlo en algunas partes del mundo; sin embargo, los principios que guían esta decisión pueden aplicarse a muchas otras convicciones.
     El primer versículo dice, “Así que, los que somos fuertes debemos soportar las flaquezas de los débiles, y no agradarnos a nosotros mismos”. ¿Quiénes son los “fuertes” y quiénes los “débiles”? Los débiles se caracterizan por sus “escrúpulos” (adunatos, “carecen de capacidad de funcionar adecuadamente, débiles, impotentes”). Estos son los nuevos convertidos que recientemente se han arrepentido de los pecados que les aquejan, en los cuales su carne tiene todavía un fuerte control sobre ellos. Son más propensos a caer si se exponen de cerca a estos pecados o a algo que se asocie con estas tentaciones.
     Algunos pueden tener problemas con el alcohol y con el embriagarse. No deben estar cerca de la bebida de ninguna manera hasta que estén suficientemente fuertes para estar cerca de aquellos que toman y no ser tentados en absoluto a beber. Puede que algunos se hayan convertido saliendo de los juegos de azar, la prostitución, la pornografía, la juerga, la fornicación, la mentira, el cigarrillo, y la lista continúa. Por un período de tiempo, estos nuevos convertidos son débiles, en ese tiempo ellos pueden ser fácilmente tentados a recaer en el hueco del cual fueron salvados. Esos creyentes débiles deberían ser mantenidos al margen de tales vicios. Se les debe ayudar a escoger sabiamente a sus amigos.
     Con el tiempo llegarán a ser suficientemente fuertes como para juntarse con gente que tenga toda clase de vicios sin ser tentados, si es que quieren ser eficientes en evangelizar a los perdidos, especialmente a los adictos. La marca de un creyente fuerte es que puede estar cerca de tales vicios y, en vez de ser influenciado a pecar, él puede influenciarles a ellos a mirar a Cristo y encontrar la liberación de las garras del pecado.
     Mientras tanto, en especial los creyentes fuertes, deben “agradar a su prójimo para su bien con el fin de edificarlo”. Si trabajan con convertidos del Islam o del Judaísmo, los fuertes deben ceder a la conciencia del débil y decidir no comer chancho en absoluto. Si el creyente fuerte trabaja con creyentes jóvenes susceptibles al alcohol, entonces el fuerte debe decidir nunca más beber alcohol. Pablo escribió: “No destruyas la obra de Dios por causa de la comida [que eres libre de comer bíblicamente]. Todas las cosas a la verdad son limpias; pero es malo que el hombre haga tropezar a otros con lo que come. Bueno [o mejor] es no comer carne [i.e., chancho], ni beber vino, ni nada en que tu hermano tropiece, o se ofenda, o se debilite” [frente a la tentación] (Ro.14:20-21). ¿Estás dispuesto a renunciar a tu derecho de la comida y a tus hábitos para ayudar así a madurar a un hermano débil?

Salmos 111:3, “Gloria y hermosura es su obra, y su justicia permanece para siempre.”
Traducido por Isabel Sylva Avila

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